Sin avisar se lo lleva la esperanza por ahí,
a navegar por el mundo donde no tiene que hablar,
baja cuando todos ya se están yendo a dormir,
en un rincón de la noche su canción lo va a esperar.
Llena de humo el corazón,
con el profeta, con la bruja y con el bufón,
que hoy es especial,
él va a esperar a todo el que quiera entrar,
que hoy nadie va a sobrar...
porque hoy nadie va a sobrar.
Es madrugada cuando se les tranca su motor,
pasa un ada y congela miradas en el bar,
solo a él le queda su pedazo de calor,
y su razón en medio de los escombros va a encontrar.
Llena de humo el corazón
con el demonio, con el sabio y el camaleon,
él no sabe escalar,
para aprender se da contra lo que hay,
hueso duro de roer...
que mañana puede volver.