Tuvimos el mundo en las manos,
La felicidad
Y noches de besos sedientos
En la oscuridad.
Los sueños que juntos soñamos fueron realidad,
El cielo estaba aquí, en nuestro hogar.
Pero ella llamó a tu puerta
Y la dejaste entrar,
Y se nos coló poco a poco
Como la humedad,
Impuso su extraña presencia en nuestra intimidad.
Tú la dejaste entrar sin preguntar.
Así es que nuestro amor
A diario se va convirtiendo
En tierra de nadie,
Paisaje extraño de dudas y de confusión.
Mientras tu voz
Repite mentiras piadoras
Y falsas promesas
Que me envenenan
Y me parten en corazón.
De pronto hay tres donde sólo
Debía haber dos,
A veces te grito esperando
Que escuches mi voz,
La llama que un día encendiste en mi corazón
Se está muriendo ya de decepción.
Así es que nuestro amor
A diario se va convirtiendo
En tierra de nadie,
Paisaje extraño de dudas y de confusión.
Mientras tu voz
Repite mentiras piadosas
Y falsas promesas que me envenenan
Y me parten el corazón.