Yo soy la arena, tú eres la piedra,
juntos el fondo que bajo el agua vive su entrega.
Yo soy la piedra, tú eres la arena,
juntos el suelo sobre el que pesa nuestra condena.
Obligados a vivir la realidad,
fuera del agua seré barro y mala hierba,
y que el destino desafíe la verdad
y se detenga, se detenga.
Cariño mío, rosas y trigo no desesperan,
almas al viento vuelan contigo, vuelan conmigo.
Cariño mío, leña de olivo no desesperes
que en el silencio ardo contigo, ardo contigo.
Yo soy la orilla que tu orilla mira,
tú eres la orilla que a mí me mira.
Separados por el río que la vida nos obliga,
somos una sola alma.
Obligados a vivir la realidad,
fuera del agua seré barro y mala hierba,
y que el destino desafíe la verdad
y se detenga.
Cariño mío, ángel prohibido no desesperes,
fuego que arde no tiene frío, no tiene frío.
Cariño mío, fuego encendido no desesperes,
que cuando lloras crecen los ríos, crecen los ríos.