Saltimbaqui , fogonero,
alquimista y basurero,
albañil de toboganes y doctor;
chamarra de doble vista,
super coco y antiartista,
catador de labios con alcohol;
taxista de corazones,
criminal de las canciones,
prostituto bailando danzón;
cantinero, fugitivo de ese tal Melchor Ocampo
y enemigo del beisból.
Paranoico, angustiado,
triste y diario envenenado,
buscador de mil pastillas y de musas,
me matan, me resucitan casi diario en los hoteles:
sobrevivo a las ruletas rusas.
Boy scout de los ombligos, traficante de ilusiones,
matador sin matar nada,
gambusino de la orilla de tu boca corazón,
de tus besos en la madrugada
y además...
Soy tu chango.
Hipocondriaco hasta el culo, soy el rey autorecetas,
sonorizo porno tracks en los hoteles;
doctorado en la mentira,
cuando digo soy tu dueño,
Juan Pestañas nunca tuvo sueño.
Centinela y guerrillero y con lengua de metralla,
talibán de mi conciencia,
sobreviviente del humo, del smog de los mediocres,
enfiestado por excelencia.
Caminante de pantanos que manchan tu piel desnuda,
esclavo de las esclavas sin dueño,
artesano de la noche, muy amigo de tus senos,
enemigo del manual de Carreño
y además...
Soy tu chango.