Muñeca Rota
Muchachita ingenua de los ojos negros,
no eres ni siquiera la sombra de ayer;
hoy vives un mundo de desilusiones
envuelta en la niebla de tu atardecer.
Me parece verte con tu traje lila,
con tu sombrerito de flores extrañas,
siendo el terciopelo de tus marimoños,
mucho menos suaves que el de tus pestañas.
Muñeca preciosa,
que fuiste un conjunto de miel, nieve y rosa;
muñeca divina,
es una cascada tu voz cristalina.
¿Quién deshizo el alma de tus perendengues?
¿Quién quebró tu espejo? ¿Quién rasgó tu mota?
hay en la tristeza de tu desencanto,
toda la tragedia de muñeca rota
¿Recuerdas? La vida nos unió un instante,
y la misma vida trazó dos caminos,
tú trepas la cumbre de los desengaños,
yo bajo la cuesta de los desatinos.
Muchachita ingenua, yo sigo admirando,
el mohín gracioso que habla en tus dengues,
y te sigo viendo con tu traje lila,
con tus marimoños y tus perendengues.