La fina danza (Ahh) que tú melena (Ahh) lleva en tu espalda le da vida a tu caminar.
La calle ensancha (Ahh) se ve vacía (Ahh) y cada paso afirma la proesa que es tu andar,
que con facilidad (con facilidad) todas las miradas se empinan hacia ti como atraídas por imán.
Y como brújula (como brújula) mi aguja no falla en apuntar siempre a tu exacto punto cardinal, miel brujería.
Dame el azul que hay en tu risa, dame un poquito de claridad.
Dame ese don de luminiscencia, que es evidencia de tu serenidad.
Dame poesía para nombrarte y melodía para entonar.
Que está canción se me deprime con lo terrible que suena la realidad.
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhh.)
Ahh, que estoy, perdido en la niebla mi vida...
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhhhh...)
Viértele flor al dolor, roto...
Dame a beber de tu hidrografía, lo que hay de mundos sin explorar.
Dame el marfil de tu semblante, que es un compendio de frases de libertad.
Dame la cura de tu dulzura, esa que sabe a eternidad.
Y ese misterio que es tu simpleza teniendo en cuenta tus dones de dignidad...
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhh.)
Ahhhh, que estoy, perdido en la niebla mi vida...
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhh.)
Viértele flor al dolor, roto...
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhh.)
Venga, que estoy, perdido en la niebla mi vida...
(Viértele flor, a este dolor, mira que estoy. Uhhhhh...)
Viértele flor al dolor, roto...