El suplicio de la noche y el suplicio del día
El suplicio de la realidad y el suplicio del sueño
Despliegan ese movimiento que se ignora
Y al que otros pudieron, no sé cómo, llamar vida
Como una tortura que desde lejos, en la oscuridad
Pensara un animal sin ojos, con el alma dormida
Soñando esta pesadilla
Como una tortura estudiada
Para que el sufrimiento aumentara, poco a poco y más allá
Del momento en que se hizo insoportable
Haciéndonos aprender por la fuerza, una ciencia del dolor
Como la única sabiduría posible en la zona clausurada
El suplicio de la realidad y el suplicio del sueño
Y mi cuerpo en el potro, exhibiendo su tortura
Como una vanidad, ved ahora un potro en medio del escenario vacío
O mi yo disponiéndose a recorrer una vez más
Los pocos pasos que caben en el callejón sin salida
Al que muestro como una vanidad
Y avanzaré, avanzaré mi cuerpo
Sin inteligencia ni alma
Por la calle en donde nadie me conoce
Andaré por ahí
Contoneándome y hablando solo, sin ver
Que llevo una mujer sobre mi espalda
Con las uñas clavadas en mis hombros
Y mordiéndome el cuello, ebria de mi sangre
Ebria de mi sangre
El suplicio de la noche
Y el suplicio del día
El suplicio de la realidad