Yo no sé
como pudo ser
mi querida profe, mi primer amor
era la edad, la dura lección
inevitable como el sarampión
la recuerdo
por las tareas
las que me mandaba, las que yo copiaba
escribe más claro me decía
lléname este cuestionario
trabaja un poco cada día
y mientras yo, pensando en el balón
después me iba a un cine de sesión continua
mi brazo por el cuello
aquel sabor a clorofila del beso
en la ultima fila
y pienso en Lucía
en la ultima fila...
y Lucía, como alucinada
dónde puede estar, que será de ella
que con los numeros nunca fue
una lumbrera, como yo
que pasaba tanto tiempo
con sus inacabadas poesías
lo que quedó de esos días donde esta
de nuestro enorme futuro
que va tragándose el pasado sin compasión
a un sólo segundo
de la última hora
de última hora...
y es que hoy
mi querida profe, ves como tu hijo
llegará a maestro
donde estarán mis compañeros
se repartieron por la vida
son los mejores, los primeros
y algo, querida profe, fue por ti