Tienes la manía de mostrar tu mal humor
con un silencio absurdo,
luego me reprochas en la próxima ocasión,
lo usas como escudo.
Tienes la manía de provocar mi orgullo
y pierdo el control,
Y hará falta odiarte un poco
para amarte un poco más.
No sé muy bien lo que estamos haciendo
pero no puedo parar,
yo sigo aquí siempre a tu lado
y sin poderte hablar.
Vivo enfermo de tus cosas
a tal punto de aceptar,
que aún no tengo la receta
para dejarte de amar...
Para dejarte de amar...