Tuve que fingir que me amabas, para saciar
algo en mí.
Nunca estudié mi alma herída, solo encontré
mi cruel filosofía, de nada sirve.
Cuando te empiezo a disparar, cuando te
empiezo a disparar.
Entre las sombras de un lado oscuro, busqué
la forma, busqué un motivo.
Para lograr esta misión, tiré el gatillo de
amor que me ha vencido, fue muy sencillo.
Y no me puedo controlar, ya no me puedo
controlar, cuando te empiezo a disparar.