Por si acaso me estuvieras escuchando, tú que un día fuiste parte de mi vida, y de pronto los recuerdos te provocan una sonrisa...
Sólo espero que consigas darte cuenta que es a tí a quien mi canción va dirigida. Ya sé que suena un poco extraño, pero hace tanto que no sé qué es de tu vida.
Y tan profundo como el mar, así de frío, a diario la distancia pasa lista, cuántas veces he pensado que jamás te habré llamado, y no hemos vuelto a encontrarnos, bueno, en fin, te extraño.
No quiero olvidar la cosas buenas que nos han pasado, donde quiera que estés, donde quiera que estés, que sepas solamente que me sigues importando, niño. Revélate por todo aquello en que creímos, si me estás oyendo, si me estás oyendo,
que sepas que es total el haberte conocido niño.
Yo no quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado, donde quiera que estés.
Yo que nunca tuve miedo a las alturas, me daba vértigo subirme a tu cintura, estoy haciéndome cobarde, estoy empezandome a encoger y fue la locura.
Y tan profundo como el mar, así de frio, me costaba confesar que te quería, pero trataba de colar entre mi palabrería, un sinónimo de amar.
En fin, quería que supieras que no olvidaré las cosas buenas que nos han pasado.
Donde quiera que estés, donde quiera que estés...
Que sepas solamente que me sigues importando, niño.
Revelaté por todo aquello en que creímos, si me estás oyendo, si me estás oyendo, que sepas que es total el haberte conocido, niño. Yo no quiero olvidar las cosas buenas que nos han pasado,
donde quiera que estés, quiera... donde quiera que estés.