Mi pobre patria, aplastada por abusos del poder
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo.
Los gobernantes, cuántos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado
¿Acaso no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?
No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizá cambiará.
Y cómo excusarlos, las hienas de la prensa y las de los estadios
chapoteando en el fango como cerdos.
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales.
No cambiará, no cambiará
no cambiará, si cambiará
Verás que cambiará
Esperamos que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que no se hable más de dictaduras.
Quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda aún en llegar.