Ojos provinsianos
Que bonita está la tarde
no hace frío ni hace calor
bonita para pasearme
con la dueña de mi amor.
Cada vez que vengo a verla
es más grande mi penar
por culpa de mis amores
la empiezan a regañar.
Que bonita es mi ranchera
con sus ojos provinsianos
lastima que no me quieran
ninguno de sus hermanos.
Les dirás a tus papás
que no te anden regañando
porque un día te vas conmigo
y se han de quedar llorando.
Ya te tengo tu casita
cerca de la milpa grande
también tengo mi yuntita
que es herencia de mi padre.
No te apures mi lupita
ni te des a la tristeza
lo mucho que nos queremos
es lo que nos interesa.