Enorme tronco que arrastro la ola,
Yace el caiman varado en la ribera;
Espinazo de abrupta cordillera,
Fauces de abismo y formidable cola.
El sol lo envuelve en fulgida aureola,
Y parece lucir cota y cimera,
Cual monstruo de metal que reverbera
Y que al reverberar se tornasola.
Inmovil como un idolo sagrado,
Cenido en mallas de compacto acero,
Esta ante el agua estatico y sombrio,
A manera de un principe encantado
Que vive eternamente prisionero
En el palacio de cristal de un rio.
Jose santos chocano
Una amistad sin confianza
Es una flor sin perfume.
Laure conan