Braulio tiene ojos grandes y cabellos oscuros,
nunca come en exceso y jamás duerme desnudo
siempre viste de gris, pues no tiene remedio
la tendencia a buscarse siempre el punto intermedio.
Dana es niña de bien (eso dicen sus padres)
nunca llega a su casa a más de diez ni muy tarde,
Braulio y Dana se quieren como cualquier pareja
pero un día fueron presa de la naturaleza
y de sus propios instintos
no escaparon con suerte.
Con el fuego por dentro
y las hormonas presentes
por la ley del magneto
se acercaron los cuerpos.
Pero si a la hora del té
nada pasa,
solo te irás lejos de casa
por haber traído un habitante más
a ingresar a esta podrida ciudad
donde lo que no se quiere se mata.
Ese día llegaste un poco más de la diez
pero el susto se dio unas semanas después
cuando te confirmaron tus terribles sospechas
un niño nacería y ya sabías la fecha
y antes de que el vecino y la familia supieran
fuiste donde el doctor a acabar con el problema
hoy tu vecino está en casa dándose un buen duchazo
y tu dos metros bajo tierra viendo crecer gusanos.
Pero si a la hora del té
nada pasa,
solo te irás lejos de casa
por haber traído un habitante más
a ingresar a esta podrida ciudad
donde lo que no se quiere se mata.