Skyrim Rap (Especial 2 Años)
Me dicen dovahkiin, he nacido con un don
Me tienen porque soy el hijo de un dragón
Subí montañas, crucé miles de llanuras
Maté todo lo que tuve por delante y sin ayuda
Con una espada y un escudo, vencí dragones
Me quedo con su alma, nada se interpone
Ni gigantes, ni brujas, ni guerreros, ni vampiros (Nada!)
todos calleron bajo el peso de mi filo
Dovahkiin!!!
La gente me paga para que asesine
Los aldeanos se arrodillan para que les cuide
Puedo soportar todo el invierno
Solo con un grito puedo mandarte al infierno
Me dicen dovahkiin, he nacido con un don
Me tienen miedo por el poder de mi voz
Nada me parará, no llegará mi fin
No voy a descansar hasta ser el dueño de Skyrim
El alma del dragón
La mente del guerrero
La fuerza de mi voz, dura como el acero
El camino de espinas de este viajero
La luna ilumina el futuro desde nuestro cielo
El alma del dragón
La mente del guerrero
La fuerza de mi voz, dura como el acero
El camino de espinas de este viajero
La luna ilumina el futuro desde nuestro cielo
Me dicen dovvahkiin, dragón y humano
El fuego que emana de mi, es mi legado
Ocultado por siglos y siglos bajo secreto
Despierta con un fuerte grito, al que someto...
A soldados y magos, al cargo mas elevado
Si mueren reyes malvados, la sangre se ha derramado
Bajo rencor, bajo el aclamado falso Dios
Ahora responde, el guardián alado ha llegado
Me dicen dovahkiin, hijo del fuego de mis entrañas
Hijo del odio forjado desde las montañas
Desde la cueva mas alta, donde no regresan
Dragones duermen con el sonido de presas
He llegado para dar justicia y venganza
Muerte a la avaricia, vida a la esperanza
Cuando la fe de un pueblo se despercidicia
Cuando la codicia de la nobleza provoca una matanza
El alma del dragón
La mente del guerrero
La fuerza de mi voz, dura como el acero
El camino de espinas de este viajero
La luna ilumina el futuro desde nuestro cielo
El alma del dragón
La mente del guerrero
La fuerza de mi voz, dura como el acero
El camino de espinas de este viajero
La luna ilumina el futuro desde nuestro cielo