A menudo me recuerdas a alguien,
tu sonrisa la imagino sin miedo.
Invadida por la ausencia, me devora la impaciencia,
me pregunto si algún dÃa te veré.
Ya sé todo de tu vida y sin embargo
no conozco ni un detalle de ti.
El teléfono es muy frÃo, tus llamadas son muy pocas,
yo sà quiero conocerte, y tú no a mÃ.
Por favor, dame una cita, vamos al parque,
entra en mi vida, sin anunciarte.
Abre las puertas, cierra los ojos,
vamos a vernos poquito a poco.
Dame tus manos, siente las mÃas,
como dos ciegos, Santa LucÃa,
Santa LucÃa, Santa LucÃa.
La primera vez pensé �se ha equivocado�,
la segunda vez no supe, no supe qué decir,
y a la tercera tu ve miedo,
tanto loco de amor que anda suelto,
y a la cuarta ya no supe vivir sin ti.
Por favor, dame una cita, vamos al parque,
entra en mi vida, sin anunciarte.
Abre las puertas, cierra los ojos,
vamos a vernos poquito a poco.
Dame tus manos, siente las mÃas,
como dos ciegos, Santa LucÃa,
Santa LucÃa, Santa LucÃa.
Pero, dame una cita, vamos al parque,
entra en mi vida, sin anunciarte.
Abre las puertas, cierra los ojos,
vamos a vernos poquito a poco.
Dame tus manos, siente las mÃas,
como dos ciegos, Santa LucÃa,
Santa LucÃa, Santa LucÃa.
Mi Santa,
a menudo me recuerdas a mÃ.
Santa, Santa LucÃa, amada mÃa,
Santa, Santa, Santa,
Santa LucÃa, amada mÃa.
Santa.