Himno de Puerto Rico
La tierra de Borinquen
donde he nacido yo
es un jardín florido
de mágico primor.
Un cielo siempre nitido
le sirve de dosel
y dan arrullos plácidas
las olas a sus pies.
Cuando a sus playas llegó Colón
exclamó lleno de admiración.
¡Oh!, ¡Oh!, ¡Oh!, esta es la linda
tierra que busco yo.
Es Borinquen la hija, la hija
del mar y el sol, del mar y el sol,
del mar y el sol, del mar y el sol,
del mar y el sol.
LA BORINQUEÑA (danza)
Letra atribuida a Francisco Ramirez
Bellísima trigueña
imagen del candor
del jardín de Borinquen
pura y fragante flor.
Por ti se queda extático
todo el mortal que ve
tu aire gentil, simpático
tu breve y lindo pie.
Cuando te asomas a tu balcón
la luz se eclipsa del mismo sol
la luz se eclipsa del mismo sol
Porque tus negros ojos
dos rayos son,
que al que los mira, niña
abrásanle el corazón
Tú galana descuellas
entre las flores mil
que adornan primorosas
el tropical pensil.
En torno a ti
el céfiro se mueve sin cesar,
el colibrí solícito
te viene a acariciar.
Linda trigueña mi dulce bien,
eres la perla de Borinquen
¡Oh!, Oh!, ¡Oh!
Apiádate, tierra de mi dolor,
que por ti me muero
me muero de inmenso amor
de inmenso amor, de inmenso amor.
LA BORiNQUEÑA (marcha)
Letra de Lola Rodríguez de Tió
¡Despierta Borinqueño
que han dado la señal!
¡Despierta de ese sueño,
que es hora de luchar!
A ese llamar patriótico
¿No arde tu corazón?
Ven, nos será simpático
el ruido del canon.
Mira, ya el Cubano libre está,
le dará el machete la libertad.
Ya el tambor guerrero
dice en su son,
que es la manigua el sitio,
el sitio de la reunían.
Bellísima Borinquen
a Cuba hay que seguir.
Tú tienes bravos hijos
que quieren combatir.
Ya por más tiempo impávidos
no podemos estar,
ya no queremos tímidos,
dejarnos subyugar.
Nosotros queremos ser libres ya
y nuestro machete afilado está.
¿Por qué entonces,
nosotros hemos de estar
tan dormidos y sordos,
y sordos a esa señal?
No hay que temer, riqueños
al ruido del cañón;
que salvar a la patria
es deber del corazón.
¡ Ya no queremos déspotas!
¡Caiga el tirano ya!
Las mujeres indómitas
también sabrán luchar.
Nosotros queremos la libertad,
y nuestro machete nos la dará.
Vámonos, borinqueños, vámonos ya,
que nos espera ansiosa,
ansiosa la libertad,
la libertad, la libertad, la libertad
la libertad.