Himno de Serbia
Dios de justicia, Tú que salvaste
de la ruina a nosotros ya;
Escucha desde ya nuestras voces,
y desde ahora, sé nuestra salvación.
Con Tu mano poderosa, llévanos y defiéndenos,
el futuro de nuestro buque,
¡Dios, salva!, ¡Dios, alimenta
a los países serbios, al pueblo serbio!
Une a los hermanos serbios
en cada glorioso y orgulloso trabajo.
La unión será la derrota al diablo;
y la ciudad serbia, más fuerte.
Que brille en la rama serbia
el fruto de la concordia y hermandad.
¡Dios, salva!, ¡Dios, alimenta
a los países serbios, al pueblo serbio!
Que en la frente clara del serbio
no caiga el rayo de la ira.
¡Bendice a los poblados serbios
al campo, a la granja, a la ciudad y al hogar!
Cuando lleguen los días de lucha,
lleva nuestros pasos a la victoria.
¡Dios, salva!, ¡Dios, alimenta
a los países serbios, al pueblo serbio!
Desde la oscuridad de la tumba del hijo,
celebrará Serbia el nuevo brillo.
Llegó la nueva era.
Dios, ¡danos nueva felicidad!
Defiende la patria serbia,
al fruto de cinco siglos de lucha.
¡Dios, salva!, ¡Dios, defiende!,
te pide el pueblo serbio.