Y me quedé soñando, con la ilusión a cuestas,
con la esperanza guardada,
en el bolsillo roto de un pantalón,
en el baúl sin fondo de mis decepciones.
Aletargado en el tiempo obsesionado con verte.
Se enrojecieron mis ojos se marchitaba mi mente.
Será, que aún no se llenaba la luna.
Será, que el tiempo fue menguando nuestras ganas.
Será, será, será, serán las ganas, será...
Y me quedé en suspenso, con una historia breve,
en los niveles más bajos de mis latidos del corazón.
Entre lo inverosímil de mis frustraciones...