Bandoneón arrabalero
viejo fueye desinflado,
te encontré como un pebete
que la madre abandonó.
En la puerta de un convento,
sin revoque en las paredes,
a la luz de un farolito
que de noche te alumbró.
Bandoneón
porque ves que estoy triste y cantar ya no puedo,
vos sabés
que yo llevo en el alma
marcao un dolor.
Te llevé para mi pieza
te acuné en mi pecho frío...
Yo también abandonado
me encontraba en el bulín.
Has querido consolarme
con tu voz enronquecida
y tus notas doloridas
aumentó mi berretín.