Después de haber rodado tanto vagando sin rumbo por negros caminos
Y al fin regresas rogando fingiendo un cariño que nunca has sentido
Yo te amé quizás como a ninguna, jamás en la vida había querido
Y tú no mas por un puñado de oro cambiaste tu signo y el mío
Es muy justo que tu sepas, el dolor que yo sufrí
Que tus ojos lloren tantos como yo hice por ti
Que te sientes muerta en vida, como un día yo me sentí
Y ni así podrás pagarme, lo que tu me hiciste a mi
Yo te amé quizás como a ninguna jamás en esta vida había querido
Y tú no mas por un puñado de oro, cambiaste tu signo y el mío.