No tengo amigos,
no tengo amores,
no tengo patria,
ni religión.
solo amarguras tengo en el alma
y juna malaya mi corazón.
Mas no por eso yo me lamento
pues siempre tengo en la ocasión,
para mis quejas una milonga;
para mis penas una canción.
Que me importa de la vida,
si nadie me va a llorar.
Quien me lloraba se ha muerto
y esa muerte me ha matao
Desde entonces desafío
al jilguero y al zorzal,
quien mejor cantando ahoga
las tristezas de su mal.
Milonga mía no me abandones,
Tenerte siempre quiero, a mi lao.
Que no me falte cuando yo muera
una milonga para cantar.