Mr Jones abrió la puerta,
vio a su madre recién muerta
y la sangre del chaleco se limpió.
Guardó a su madre en el ropero
le puso más leña al fuego
y el invierno muy crudo se avecinó.
Llamó a su esposa y le dijo: "Mamá está muerta en el ropero",
"Por supuesto, si yo la asesiné.
Ella puso mal la mesa,
le hundí un hacha en la cabeza
y la sangre el tapizado me manchó".
Ay que pena nena!
Y Mr Jones trabajaba y su esposa asesinaba
y los chicos correteaban por ahí.
Se comían los pajaritos,
los perros y los gatitos
y otros bichos que vagaban por ahí.
Y llegó la policía con dos carros y un tranvía
para toda la familia encarcelar.
"Yo no se por qué, Sargento,
me lleva al destacamento,
si somos una familia muy normal."