La Grandeza de mi Dios
Cuando miro ese sol que alumbra en la mañana
que juega con el alba de un nuevo amanecer
que despierta las plantas que envuelven la sabana
y que allá en la cabaña derrama su calor.
Tengo que con un canto que sale de mi alma
gritar en la alabanza lo grande de mi Dios.
Cuando llega la tarde que el sol cubre su marcha
que atrás de las montañas se pierde en el cenit
la luna y las estrellas con sus luces de plata
testigos de tu gracia y de tu amor hacia mí
con toda su grandeza me dicen en silencio
que todo este universo está detrás de ti.