El paisaje está dormido, danza en dulce lejanía.
El reposo bajo el bosque me espera.
Es fría la bruma alrededor, y nadie me dirá que no soy como al desaparecer la luz...
Nada te dirá: ésta es la sombra.
Nada te dirá: ésta es la sombra.
Una piedra y una flor, es tan leve la inquietud que, en la brisa, desciende desde el aire.
Todo viene y todo va, duramos una eternidad, y, el reposo bajo el bosque me espera.
Nada te dirá: ésta es la sombra.
Nada te dirá: ésta es la piedra, nada más.
Sólo espero ser la nube que propicie tu lluvia.
Yo tan sólo espero ser la nube que propicie tu lluvia... temprano.