Cinco esquinitas tendrá siempre mi cama;
Cuatro macarras, de barrio me la guardan
Y la custodian
A punta de bardeo
Y cuando estoy de bostezar
Salen los bichos y los nichos piden más
Entre los gritos de "¡Soltad a Barrabás!"
Mientras fallece Morfeo y se levanta el deseo
Háblame, madre, ¿Por qué tengo jindama
Si los bandidos cuidan de la camada
Y harán que caiga
Maná de sus cabellos?
Que en tu regazo quiero hallar
Un calabozo que me sepa a libertad
Para, con ella, ser la envidia del penal
Con los barrotes más bellos...
Con los más bellos...
He florecido con tanto ruido
Que el trueno me habita la piel
-La ciencia, llegó de Plasencia
Y de Carabanchel-;
Hijo del hambre, enfebrecido
Jamás dejaré de perder
Si quieres perderte conmigo
Duérmete, niño, que son afiladores
Los que te silban y anuncian los albores
De los caminos
De dagas y puñales
En donde habrás de tropezar
Porque quisiste acariciar a Satanás
Encandilado por su aliento
Y el manjar que te mitigue los males
Todos los males
He florecido con tanto ruido
Que el trueno me habita la piel
-La ciencia, llegó de Plasencia
Y de Carabanchel-;
Hijo del hambre, enfebrecido
Jamás dejaré de perder
Si quieres perderte conmigo