Prometeme
Dios un día envío a la tierra
a una de sus más bellas estrellas,
un ángel que supiera ser feliz,
un angelito capaz de sonreír.
Y así fue como llegaste aquí,
intentando siempre hacer reír,
enamorando con tu gran virtud,
permanecer siempre en juventud.
Y tu labor aquí, fue la de invitar a vivir
y agradecer cada virtud que existe en mí,
cada canción, cada caricia y emoción,
cada te quiero, cada soplo de viento, cada momento...
Prométeme que existe el cielo visitándome en mis sueños...
susurrame al oído que volveremos a vernos.
Prométeme que sigues yendo a cantar a mil conciertos,
y que no has dejado de jugar al baloncesto.
Dime que estás sonriendo en un lugar perfecto...
Y tu misión aquí fue la de enseñar a reír
y agradecer cada segundo del vivir la luz del sol,
a imaginar con ilusión que sigues vivo,
a no llorar sin motivos, a no guardarte en el olvido...
Prométeme que existe el cielo visitándome en mis sueños...
susurrame al oído que volveremos a vernos.
Prométeme que sigues yendo a cantar a mil conciertos,
y que no has dejado de jugar al baloncesto.
Dime que estás sonriendo en un lugar perfecto...