Haciéndo el inventario necesario
creo al menos ésta vez.
Descubro que perdí aquel díario
que escribía en la niñez.
A penas un puñado de recuerdos,
medio acertos del ayer.
Y el lápiz desgastado en el desierto
de vivir para entender.
Historias con la cara repetida,
con el alma en la mochila y una foto de carnet.
Vocales que se encienden con la vida,
la vida que se incendia sin querer.
Aquí me tienes otra vez, ya ves.
A solas conmigo.
Aquí me tienes con los pies a cien,
haciéndo camino.
Aquí me tienes otra vez, ya ves,
a solas conmigo.
Aquí me tienes sin saber muy bien,
el día en que vivo.
Amigos que se fueron con las nubes
para nunca más volver.
Milagros que algún día nos creímos
para no perder la fé.
Que todo lo que ocurre, desocurre
y nunca vuelve a suceder.
Que el tiempo se nos marcha de repente,
y no hay presente pa' después.
Caminos que inventamos sin sentido
como pájaros perdidos en un mapa de papel.
Amores que creímos extinguidos
Amores siempre vivos en la piel.
Aquí me tienes otra vez, ya ves,
a solas conmigo.
Aquí me tienes con los pies, a cien,
haciéndo camino.
Aquí me tienes otra vez, ya ves,
a solas conmigo.
Aquí me tienes sin saber muy bien,
el día en que vivo.
Y aquí me tienes otra vez, ya ves,
a solas conmigo.
A solas conmigo.