Ella era una experta (¿sí?), yo solo un novato (¡ya!)
Ella reserva, yo licor barato
Ella con dinero, yo ni pa’ tabaco
Ella con tacón, yo con barro en los zapatos
Ella era la raza, la figura, el pedigree
El puro vértigo del frenesí, sí
Ella era el deseo con vestido carmesí
Mira, yo no era Brad Pitt
Pero nunca me rendí ante lo adverso
Y sí, yo era el verso
Y ella la perversa seductora
Que devora con su boca el universo
(¿Cómo dices, una de esas Cleopatras?)
Yo todo lo contrario de la voz de Frank Sinatra
Ella, estaba divorciada de Cupido
Yo había prometido no enamorarme jamás (¿no?)
Verás, ella tenía miedo a equivocarse
Mientras yo solo quería equivocarme una vez más
Ella era la duda, las alas rotas del amor
Las alas rotas del amor
Yo la gota de sudor por su piel desnuda
Ella buscaba un cuerpo para huir del frío
Yo buscaba un cuerpo para huir del mío
Ella no creía en finales felices (¿No?)
Yo colecciono cicatrices
Ella era la trampa del destino
Que hace del poeta un asesino
Ohhh… malditas, benditas mujeres
Macho, tú te piensas que marcas tu camino
Pero, nada, en realidad son ellas, macho
Que sí, que son ellas las que dibujan el mapa
Ella era el mar, yo el navegante incauto
(Si ya te lo había dicho)
Yo la fiebre del amante exhausto
Ella metal y yo impulsivo
Ella el puñal, yo el corazón del fugitivo, digo
Que ella era Julieta, la noche, el perfume
La cruel saeta del tiempo que se consume
Yo era un poeta que marcaba mariposas
Amante del hachís y de las curvas peligrosas
Ella era la nieve en el desierto
La breve brisa leve del amor que nunca es cierto
(Entonces es que… la quieres)
Solo sé que busco el cielo en la boca de las mujeres
Ella era la prisa, yo el indeciso
Corazón insumiso que improvisa
Ella era una diosa expulsada del paraíso
Yo era la tristeza disfrazada de sonrisa
Y ella era la brisa, el palacio
El beso que mata despacio
La luna, el presagio
Que empuja el barco hacia el naufragio
Ella era Dafne huyendo de su Apolo
Yo aquella noche tuve miedo a dormir solo
Y en resumen
Ella no creía en finales felices
Yo colecciono cicatrices
Ella era dulce y cariñosa
Lo mismo que una mantis religiosa