Le dije: no tengas miedo que yo estoy contigo
la soga al cuello, la vida es un bello castigo
sin resuellos a mi huella a quien persigo
la luz de las estrellas, verso de hambre y trigo.
Todo irá bien, mientras la sangre fluya,
el sol caliente y el tiempo no se escabulla.
Tengo a mi mente de patrulla
y mientras quede folio chico el odio no se saldrá con la suya.
Amar es fácil, lo malo es el después
cuando la fuente esta seca y sigues con la misma sed.
Nadie te enseña a equivocarte,
eso se aprende solo como el beso que robaste.
Todos los días martes trece
el olvido cura pero el recuerdo aún escuece.
Pienso que ya no me pertenece,
y no quiero escribir y sonreír no me apetece
y que te voy a contar yo, si no se nada,
si todo lo que tengo es una voz que está cansada de gritar de
querer pedir perdón cuando ya es tarde
y el bosque solo arde y arde y arde…
Tengo a mi gente y mi familia
el rap que me delata,
el odio que me mata y que me alivia
ya no tengo envidia y solo quiero que me abras
y hacerte una canción con un puñado de palabras.
[Estribillo](x2)
Me dijo adiós, te echaré de menos.
Cada cual por su camino y si eso ya nos vemos.
Me dijo adiós, te echaré de menos.
Es algo triste, pero al final pierden los buenos.
Cosas del amor y sus venenos,
y corta celos dolor besos y truenos
¡Ah!, vuelvo al lugar donde la vida es gris
a mi propio país, de humo blanco y de hachís.
Con un verso de Neruda en el oído
es cuando el amor mucho más largo es el olvido, así que…
No busques en mi consuelo y lumbre
porque nena solamente puedo darte incertidumbre.
La duda desgarrada en la costumbre.
El alma desnuda del poeta que sucumbe.
Busco una frase, una cura, un presagio,
una cintura que me salve del naufragio,
y una canción como una herida que pase inadvertida,
y saque al corazón de su guarida
porque, la vida es esto, jugarse el resto
al final todo se acaba y solo te vas con lo puesto.
Y aquí la poesía está en la calle
la piel de mis hermanos y en los ojos de mi madre.
Ya no pienso en ti cada minuto
ahora solo escribo mi dolor y lo disfruto
en esas noches que el amor está de luto
no sé si suicidarme o encenderme otro canuto.