Trazos
«Nos obcecamos tanto en descubrir la verdad
que olvidamos que muy pocos quieren que lo hagamos
Pero la verdad siempre está ahí.
La veamos o no. La elijamos o no.
Nos esperará eternamente».
A veces los días son como folios en blanco
Como arena y asfalto. Cada trazo es un camino
Y tienes que saber cuál es el tuyo
Vive, solo así podrás interpretarlo
Sal afuera y mira bien el mundo te está hablando
Escucha, él te dará el dónde y el cuándo
¿Tú? Escoge bien las cartas del mañana y date prisa
Porque el tiempo que pierdas no podrás recuperarlo
Dicen que la vida es la prueba que nos prepara para
Cuando todo acaba, comienza realmente todo
Jamás aprenderemos a estar al lado de nadie
Mientras no aprendamos antes a estar solos
Cuídate del miedo y los errores
Hay pasos que te enseñan y otros que serán cadenas
Arriesga y apuesta todo lo que tengas en tus manos
Solo si de verdad sientes que merecerá la pena
Queda mucho por andar
Aún hay líneas sin destino que tengo que dibujar
Quiero aprender a volar sin temer al suelo
Quiero aprender a querer sin que duela luego
Todavía queda mucho por hacer
Aún hay miles de caminos que tengo que recorrer
Quiero aprender a saltar sin sentir el miedo
Quiero que seamos uno, cada que vez que nos miremos
Tantos caminos para andar, y yo sentado
Todos mirando hacia el futuro y yo al pasado
La suerte es quien decide, a menudo tira sus dados
Y yo ni sé el número que me ha tocado
Me limito a observar en silencio las cosas
Como el cielo, las montañas, la gente, el ruido
Y es que a veces las preguntas son como un gran laberinto
Cuanto más avanzas, a la vez más confundido
La respuesta es caprichosa. Suele vivir camuflada
Puede estar en la mirada de cualquier persona
En la letra de canciones que todavía no escuchaste
O en aquel consejo ajeno que tomaste a broma
Puede ser ese viaje que jamás hiciste
O esos labios que por miedo ya nunca besaste
Puede estar en el perdón de alguien a quien heriste
O en el trabajo que no tienes pero que siempre soñaste
Queda mucho por andar
Aún hay líneas sin destino que tengo que dibujar
Quiero aprender a volar sin temer al suelo
Quiero aprender a querer sin que duela luego
Todavía queda mucho por hacer
Aún hay miles de caminos que tengo que recorrer
Quiero aprender a saltar sin sentir el miedo
Quiero que seamos uno, cada que vez que nos miremos
A veces las noches son como cuadros de infarto
Como un océano sin barcos
Como el reflejo que muestra el agua de un charco
Donde me busco a diario pero no hay ni rastro
No caben mis recuerdos dentro de ese frasco
Del amor al olvido tan solo hay un chasco
Dicen que hay tiempo para todo, pero no hasta cuando
Si el destino está escrito, el mío se está borrando...
Tal vez no llegan las preguntas que le estoy lanzando
O tal vez sí, pero el cabrón me las está ignorando
O quizá quiere que me dé de frente con ese algo
Para que sea yo quien descubra lo que está pasando
Quizá no hay nada tras la puerta a la que estoy llamando
Quizá el mañana es un vacío y yo quiero llenarlo
Mientras el sol salga de nuevo seguiré buscando
Sé que el destino tiene un precio, la pregunta es: ¿cuánto?
«Cuando la verdad ofende, nosotros mentimos y mentimos
hasta que olvidamos que la verdad sigue ahí
Y aún así sigue ahí
Cada mentira que decimos supone una deuda a la verdad
Tarde o temprano esa deuda se paga
A la verdad no le importa lo que necesitamos
No le importan los gobiernos
Ni las ideologías, ni las religiones
Antes temía el precio de la verdad
Ahora solo me pregunto:
¿cuál es el precio de la mentira?»