Se despierta su ser
cuando escucha su voz,
aunque a veces proyecte
una imagen atroz.
Lo acompaña su dios,
que es pagano también,
aunque a veces recuerde
que quiso perder.
Amanecen los días poniéndole un sol,
se calientan las nubes de tanto dolor.
Siempre tira su red,
y recoge al pasar
algo que lo reanime
y le ayude a intentar.
Él no sabe porqué,
ya no puede llorar,
y una lágrima seca
no sabe mojar.
Amanecen los días poniéndole un sol,
se calientan las nubes de tanto dolor.
Tiene la suerte de volar con los demás,
de encontrar una canción
y arrasar con todo el mal que acecha.
Tiene las ganas de soñar un poco más,
de correr aquel telón,
que Cupido venga con su flecha.
Se despierta su ser
cuando escucha su voz,
aunque a veces proyecte
una imagen atroz.
Siempre tira su red,
y recoge al pasar
algo que lo reanime
y le ayude a intentar.
Hoy la noche lo encuentra pensando que al fin,
todo vale la pena si te hace reír.
Tiene la suerte de volar con los demás,
de encontrar una canción
y arrasar con todo el mal que acecha.
Tiene las ganas de soñar un poco más,
de correr aquel telón,
que Cupido venga con su flecha.