La noche tiene sus bolsillos
Llenos de estrellas
Y los míos están vacíos
Son como dos cuevas
Malvavisco en la terraza
Tibia, de tus labios
Almohada fiel que baña la sal
De mis ojos verdes
Mírame, mírame, no soy buen actor
Y sálvame, sálvame, de mí, de mí, de mí
Porque hasta hoy
He confiado en ti
Porque hasta hoy
No fui capaz de prescindir de ti
A pesar de tener mi voluntad atada
Trataré de vivir con mis dos manos libres
Aunque hasta hoy
He confiado en ti
Aunque hasta hoy
No fui capaz de prescindir de ti...
Y aunque el abrazo de un erizo
Sea lo mismo que perderte...