Lucía: No, ya no quiero pelear,
Me cansé de estar siempre pidiendo a gritos
En tu vida un lugar, ya no quiero ser la histérica,
Para tener lo que con amor he sabido ganar. . .
Joaquín: Y tú de qué te puedes quejar ?
Desde que estás a mi lado, dime qué te ha faltado,
De qué me vas a hablar ?
No hay nada que hacer, no cambiarás,
Es inútil querer conformarte, siempre quieres más. . .
Lucía: Cuánto hace que no me preguntas cómo estoy,
Si soy feliz, qué hice ayer, de dónde vengo a dónde voy,
Si pienso en ti, si tengo penas, alegrías o ilusión,
Yo no soy un animal al que tan sólo tienes tú que alimentar. . .
Cuánto hace que ya ni me oyes ni me ves, niégalo,
Que ya tus manos ni se acuerdan de mi piel,
Que no me has vuelto a ser sentir una mujer,
No seré más para ti esa muñeca a la que sólo hay que vestir. . .
Lucía: Por eso no, ya no voy a pelear,
Y te pido disculpas si es que te ha molestado
Mi manera de hablar, pero eso sí, decídete ya,
Empieza a cambiar tu manera de ser, o no me ves más. . .
Joaquín: Yo luché a brazo partido para abrirnos camino,
Y darte lo mejor, y aún así debo pedir perdón,
Es inútil hablar ya contigo, siempre tienes razón. . .
Lucía: Cuánto hace que no me preguntas cómo estoy,
Si soy feliz, qué hice ayer, de dónde vengo a dónde voy,
Si pienso en ti, si tengo penas, alegrías o ilusión,
Yo no soy un animal al que tan sólo tienes tú que alimentar. . .
Cuánto hace que ya ni me oyes ni me ves, niégalo,
Que ya tus manos ni se acuerdan de mi piel, debes saber,
Que a tu lado no me siento una mujer,
No seré más para ti esa muñeca a la que sólo hay que vestir. . .