Canto de entrada
Es la primera expresión de fe, de unidad, del sentido de la celebración y de la alegría de hermanos que se encuentran entre ellos y con su Padre Dios.
La liturgia es celebrada por un pueblo, el pueblo de Dios, cada uno y todos participan según su función propia. Pertenece al pueblo, que en este momento, manifiesta su fe y sus alegrías.
¿QUIEN ENTONA EL CANTO DE ENTRADA?
Este canto facilita la participación de todo el pueblo (no es un canto sólo del Coro que es escuchado por la Asamblea). Se recomienda que todos los asistentes lo sepan, al menos la parte que llamamos “coro”.
La labor correcta de todos los músicos en ese momento será lograr que toda la Asamblea cante el canto de entrada, si lo logran: “están haciendo lo que deben hacer”.
¿COMO SE CANTA EL CANTO DE ENTRADA?
Se debe cantar con alegría, jubilo y entusiasmo, por que así lo requiere el momento litúrgico de la celebración que ya dio inicio. Es preciso ser congruentes con lo que cantamos y vivimos. Los músicos litúrgicos deben acompañar correctamente el momento litúrgico que se esta celebrando.
¿CUANDO DA INICIO EL CANTO DE ENTRADA?
Cuando el responsable de la monición hace la invitación y al iniciar la procesión hacia el altar, o cuando el sacerdote así lo indique. Antes, el responsable de la monición ha presentado al celebrante, movimiento o comunidad litúrgica y coro que acompaña.
¿CUANDO FINALIZA EL CANTO DE ENTRDA?
Cuando el sacerdote después de la procesión ya se encuentra frente al altar. El canto de entrada no deberá de prolongarse más allá de la estrofa o coro inmediato a la llegada del sacerdote al altar.
RECOMENDACIONES PARA ELEGIR EL CANTO DE
ENTRADA:
1) De todos los cantos disponibles, habremos de seleccionar los que tengan un carácter procesional y separarlos. Es decir, los que hablen de caminar, peregrinar, subir, andar juntos como Iglesia, en unidad, que hablan de ir a la casa del Padre, de llegar al altar, de ponerse en marcha, de avanzar, de levantarse y continuar.
2) Revisarlos para ver si tienen un toque de entusiasmo, energía y jubilo para animar y cumplir con el fin de la procesión. Aquí también debes revisar tu corazón, si de verdad sientes ese gozo y ese deseo de caminar en unidad.
3) Revisar si todos estos cantos ya los conoce la comunidad, para que puedan cantarlos todos los celebrantes. Y si no los canta, con honestidad aceptar que tu labor y desempeño como músico en la misa “anda mal”.
4) Nunca cantes sólo: tú o tu coro.
5) Todos los cantos deberán ser de acuerdo al Tiempo Litúrgico que se esta viviendo: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, Pentecostés, Tiempo Ordinario.
6) Si se canta el canto de Entrada, un lector recitara la antífona que aparece en el Misal. De lo contrario, lo hará el mismo sacerdote después del saludo.