(Yaraví)
¡Oh! pajarillo que cantas
por las mañanas serenas,
por qué a unos les das la dicha
y a mí me aumentas las penas ?
¿Por qué con tanto rigor
has castigado mi amor ?
Mi sombra te ha de hacer falta
cuando te fatigue el sol.
Si hasta mi guitarra, llora,
con ser madero, vacío,
¿Como no he de llorar yo
si me quitan lo que es mío?
¿De qué le sirve al cautivo
tener los grillos de plata
y el enrejado de oro,
si la libertad le falta?