En esas mañanitas de la Quebrada
yo bajaba las cuestas como si nada.
Y en un marchar parejo de no cansarse,
me iba pidiendo riendas mi mula parda.
Al pasar por el rancho de el Portezuelo,
salían a mirarme sus ojos negros.
Nunca le dije nada, pero, que lindo...
Y de feliz le daba mi copla al viento.
Parezco mucho y soy poco
esperemos y esperemos.
Pa cuando salga de pebre,
vitiday conversaremos.
Los vientos y los años me arrearon lejos.
Lo que ayer fue esperanza, hoy es recuerdo.
Me gusta arrinconarme de vez en cuando
a pensar en la meza de el Portezuelo.
¿Que miraran sus ojos en estas tiempos?
mi corazón paisano quedo con ellos.
Nunca le dije nada, pera que lindo...
Solo tengo la copla pa mi consuelo.
Parezco mucho y soy poco
esperemos y esperemos.
Pa cuando salga de pebre,
vitiday conversaremos.
¿Donde andará la meza de el Partezuelo?
¿están tristes o alegres sus Ojos negros?
Nunca le dije nada, pera que lindo...
Siento un dulzor amargo cuando me acuerdo...