Andar y andar para ver,
cómo roban la infancia,
secuestran la niñez,
los que quieren que el mundo
lo sea del revés,
que trabajen los niños
privándoles tener
un futuro de sueños,
un futuro de fe,
sometiendo la vida
a un mezquino interés,
cual si fuera la infancia
un barco de papel.
Andar y andar para ver,
cómo sacan partido
desde el amanecer
a los niños obreros
sin dejarlos crecer,
ya los quieren adultos
al llegar a los diez,
con las manos callosas,
con el alma también,
en un sórdido mundo
que no quiere saber
que le expropien el tiempo
de jugar y aprender.
Andar y andar para ver,
dónde está la vergüenza
de la gente de bien,
los que sordos y ciegos
a golpe de desdén
están más que seguros
de habitar el edén,
donde crecen sus hijos
como deben crecer
sin temores ni agobios
sin nada que temer,
andar y andar para ver,
andar y andar para ver.
Con las manos callosas,
con el alma también,
en un sórdido mundo
que no quiere saber
que le expropien el tiempo
de jugar y aprender.
Andar y andar para ver,
dónde está la vergüenza
de la gente de bien,
los que sordos y ciegos
a golpe de desdén
están más que seguros
que habitan el edén,
donde crecen sus hijos
como deben crecer
sin temores ni agobios
sin nada que temer,
andar y andar para ver,
andar y andar para ver.