Es la que pone edredón sobre mi cama
un mullido edredón de nubes altas,
enciende las estrellas en mi alma
para sumar las luces que me faltan.
Es la que tiene los peines adecuados
para peinar mi paz y mi esperanza
la que expulsa los mitos exaltados
que me acosan impíos con sus danzas.
Es la que tiene un jardín en las ojeras
y una lágrima pronta en cada una
de emoción por las cosas verdaderas
cuando andamos de ritos con la luna.
Es la que pone luz en las violetas
con nocturna paciencia veladora
después les proporciona una veleta
que les marque el camino hacia la aurora.
Es la que, es la que, es la que, es la que...
me invita a rechazar los espejismos
me hace saber las cosas que no sé
y a cada paso hallarme con mí mismo.
Es la que limpia el agua cuando turbia
desciende del invierno congelada
la entibia y la transforma en clara lluvia
hasta volverla nieve deshojada.
Tiempo es entonces de avivar hogueras
con chispas de cometas celestiales
y juntos al calor que nos rodea
vagar por los espacios siderales.
Es la que, es la que, es la que, es la que...
me invita a rechazar los fetichismos.
me hace saber las cosas que no sé
y en cada una hallarme con mí mismo.
Es la que puede saber lo que me pasa
cuando empieza a rondar una quimera
convierte en Navidad toda la casa
trocando noche mala en noche buena.